¡Hola!
A nadie se le escapa el gran escándalo en el que se encuentra la marca de carros Volkswagen.
Para el que no sabe nada, aquí un resumen:
Volkswagen, el mayor fabricante de autos alemanes, se enfrenta a la peor crisis de su historia reciente después de reconocer que instaló un software para esquivar controles medioambientales en 11 millones de vehículos diésel de todo el mundo».
BBC Mundo
En otras palabras, hizo trampa. Jugó de listo, mintió, engañó y, lo peor, pensó que nadie se daría cuenta.
Esto les está costando toda la reputación y el posicionamiento que ante el mundo mostraban como estandarte lleno de orgullo; tanto para los clientes fieles como para aquellos nuevos y, lastimosamente, para el resto del mundo que nunca tuvo un carro de esta marca.
Gran parte de la sociedad mundial está hablando de todo en contra de la marca alemana. Mencionan calamidades, consecuencias en todos los sentidos y niveles, etc.
Miremos algunos «numeritos» para tener una idea más cercana de las pérdidas:
- Crédito: BBC Mundo
¿Lindo, eh?
Ahora, te preguntarás el por qué estoy hablando de esto.
Simple:
¿Qué tan diferente somos nosotros, como personas individuales, y Volkswagen?
¿Quién nunca ha querido pasar de listo engañando en su hogar, trabajo, sociedad, etc?
¿Somos conscientes de las pérdidas que tendríamos como personas si éstas se descubrieran «sin querer queriendo»?
¿Quisiéramos las mismas consecuencias, que gritamos para la marca alemana, sobre nosotros mismos?
Mmmm… exacto. Entendiste muy bien.
Otro enfoque de este mismo caso es para nuestras acciones en nuestros trabajos o como empresa en su totalidad. En cada una de las posiciones que podamos desempeñar siempre nos veremos tentados a «jugar vivo» como dicen aquí en Panamá.
«No pidamos la cabeza de los demás porque, de seguro, algún día pedirán la nuestra.»
Saludos.
Acho
La Rueding 